Retrospectiva del WMC Kerkrade

El WMC (World Music Contest) de Kerkrade (Países Bajos), al que no en vano llaman el "laboratorio de la música de metales", puede darnos una idea de lo que se cuece. Se trata del mayor festival de música de viento metal del mundo y de un conocido concurso musical para todas las formas de música de viento metal, que este mes de julio ha celebrado su 19ª edición.

Si nos fijamos en el número de participantes, también se aprecia una tendencia negativa en el WMC: En comparación con el último festival de 2017, acudieron a Kerkrade un 25% menos de participantes. Los motivos son la incertidumbre en relación con COVID-19, la guerra en Ucrania y la crisis económica, según el director artístico Björn Bus. Especialmente orquestas de Asia y el continente americano no vinieron este año. No obstante: con 15.000 participantes y cientos de miles de visitantes, el festival, de tres semanas de duración, fue más que un éxito.

Un programa variado

El programa del WMC es variado y extenso, con numerosos conciertos, actos al aire libre y un gran concurso para todas las subdisciplinas de la música de metales.

Los "Campeonatos del Mundo" de orquestas de viento y conjuntos de percusión de las distintas categorías se celebraron en las dos concurridas salas de conciertos de Kerkrade. El interés de los espectadores por las actuaciones de las divisiones superiores, es decir, los niveles más avanzados, fue mayor, como cabía esperar.

Resultó especialmente interesante que las orquestas y conjuntos de la máxima categoría (División de Conciertos) presentaran un programa musical completo, complementado con canto, danza, teatro y aspectos visuales. Así, se presentó una especie de obra de arte total, poco frecuente en el mundo de la música de viento. Con este "experimento", el WMC hace honor a su nombre de laboratorio de música de viento. En este contexto, merece una mención especial la actuación de la Gelders Fanfare Orkest, que presentó un viaje espacial musical titulado ¡XPLORE! No en vano, esta orquesta ganó el premio al programa más innovador en la máxima categoría para orquestas de fanfarria.

Desgraciadamente, hubo mucho menos interés por los concursos tradicionales de marchas y espectáculos. Esto puede tener que ver con el hecho de que la ausencia de grupos musicales de Asia y Norteamérica, donde las bandas de música gozan de gran popularidad, fue especialmente notable allí. Quizá el bajo número de espectadores indique también un declive general del interés por esta tradicional subdisciplina.

En el ámbito de la música popular de viento, es interesante la conexión entre el WMC y el festival Woodstock der Blasmusik. El concurso de bandas Copa Kapella del WMC se considera una ronda preliminar para la participación en el Woodstock de la música de viento, que tendrá lugar de nuevo en 2023 en Innkreis, Austria. Es fascinante ver cómo esta disciplina de la música de viento, antaño considerada polvorienta y anticuada entre adolescentes y jóvenes, goza ahora de una inmensa popularidad gracias a la modernización del repertorio.

La serie de conciertos paralelos a las competiciones fue un gran éxito, con entradas agotadas para los conciertos de, entre otros, la Banda Sinfónica Municipal de Madrid (que ofreció un espectáculo infernal con cantantes, solistas instrumentales y grupo de baile), la United States Marine Band, la banda de metales Willebroek y la Black Dyke Band, y también la banda alemana de metal pop Querbeat.

El programa al aire libre, gratuito y muy variado, suscitó numerosas reacciones positivas y contó con una magnífica selección de conjuntos juveniles, big bands, bandas de música modernas y bandas y orquestas de música locales y profesionales repartidas por toda la ciudad. También se dio cabida en el programa a bandas de versiones con componentes de metal. De este modo, los participantes tuvieron la oportunidad de conocer otras disciplinas de la música de viento metal.

La atención prestada a la promoción de la juventud fue igualmente agradable. La Academia del WMC reunió a los artistas más prometedores del mundo de entre 18 y 23 años en la World Youth Brass Band, el Proyecto Generación Joven fusionó con gran éxito varias orquestas juveniles en nuevas formaciones, y el Concurso Internacional de Dirección y los diversos talleres y clases magistrales atrajeron a muchos participantes internacionales. Se organizaron conciertos en los que jóvenes y mayores de distintas partes del mundo pudieron escucharse y aprender unos de otros. Este programa de la Academia demuestra una vez más que el WMC quiere desempeñar un papel protagonista en el futuro de la música de viento y siempre busca nuevos formatos para hacerlo.

En general, podría decirse que el equipo organizador del WMC intentó establecer conexiones cruzadas dentro de la música de viento metal, tanto entre los diferentes grupos de edad como entre las diferentes disciplinas artísticas y de música de viento metal. Esto fue recibido positivamente tanto por los espectadores como por los participantes.